Shabat Shalom!
La porción de esta semana es doble, en hebreo llamada MEJUBAROT y se juntan Vayakhel y Pekudei. Con Parashat Pekudei se cierra la lectura del libro del Éxodo. Es también una porción que es particularmente apropiada para los contadores, pues trata del manejo de dinero. Después de haber concluido las labores de la construcción del tabernáculo, la porción describe como se aplicaron los materiales invertidos en el proyecto, haciendo hincapié principalmente en el oro, la plata y el cobre, todo detallado con minuciosidad. Imaginen un reporte de balance general, o una factura detallada que describe todos los elementos y sus costos. Por ejemplo, el capitulo 38 de Éxodo describe así: “24 Todo el oro empleado en la obra, en toda la obra del santuario, el cual fue oro de la ofrenda, fue veintinueve talentos y setecientos treinta siclos, según el siclo del santuario. 25 Y la plata de los empadronados de la congregación fue cien talentos y mil setecientos setenta y cinco siclos, según el siclo del santuario; 26 medio siclo por cabeza, según el siclo del santuario; a todos los que pasaron por el censo, de edad de veinte años arriba, que fueron seiscientos tres mil quinientos cincuenta. 27 Hubo además cien talentos de plata para fundir las basas del santuario y las basas del velo; en cien basas, cien talentos, a talento por basa. 28 Y de los mil setecientos setenta y cinco siclos hizo los capiteles de las columnas, y cubrió los capiteles de ellas, y las ciñó. 29 El bronce ofrendado fue setenta talentos y dos mil cuatrocientos siclos”. ¿Qué les recuerda esto? A mi me recuerda a un comrpobante del supermercado. Y quizás la pregunta más importante sería: ¿Para quien es esta cuenta? ¿Quien necesita de esta información detallada de un proyecto que se llevó a cabo hace casi 3330 años? ¿No aparenta ser una información algo obsoleta? Yo suelo guardar los comprobantes de compras, y eso para verificar después que sucedió con las cuentas del banco, pero en este caso siendo que fue hace tantísimo tiempo, ¿no es algo que debiera de llamar la atención? En esta semana, el grupo de Brotherhood ofreció a la comunidad una interesante charla con la Raba Ileana Carazo, sobre Cabalá y estoy seguro, que para aquellos que ven los textos de la Tora desde la perspectiva del Sod (secreto), estos números son materia de significados místicos de los gastos de “veintinueve talentos y setecientos treinta siclos” de oro, más los “cien talentos” y “mil setecientos setenta y cinco siclos” de plata mas el bronce, frente a los ingresos de 630,550 medios shekel por cabeza. Y yo me pregunto: ¿para que es necesario esta balanza de comprobación entre activos y pasivos, ingresos y gastos? sobre todo, en el sagrado libro de la Tora, en el cual ¡cada palabra, tiene una relevancia! Un maestro en la Universidad solía darnos, recomendaciones para una buena vida y entre ellas, nos indicó nunca guardar hojas del Banco de más de cinco años. ¡Todo a la basura! Y eso porque en su vida había sentido una profunda tristeza al ver que los precios habían subido tanto, que el costo de la vida había subido tanto y al final de cuentas, ¿que caso tenía? De ahí que a diferencia de mi maestro de Universidad, la Torá describió un estado de cuenta de hace más de tres mil años, y debemos de encontrar el mensaje. Los sabios, se hicieron exactamente la misma pregunta y ¿quien viene a darnos las respuestas como siempre? ¡El Midrash por supuesto! Cuenta el Midrash Tanjuma: “Moisés declaró: Soy consciente de que Israel es contencioso; por lo tanto, les daré un informe de la construcción del Tabernáculo. Comenzó a hacer cuentas con ellos: ‘Estas son las cuentas del tabernáculo’. Y contó todo, el oro, la plata y el bronce; y la plata de los contados de la congregación fue cien talentos. Mientras hacía la contabilidad y repasaba todo lo que se había hecho dentro del Santuario, olvidó, porque no eran visibles, los mil setecientos setenta y cinco siclos con los que había confeccionado los ganchos de las columnas. Se angustió y se dijo a sí mismo: "Ahora los israelitas aprovecharán la oportunidad para decir que yo los he tomado". Comenzó a revisar todos los aspectos del trabajo. El Santo, bendito sea, entonces abrió los ojos y le hizo levantarlos hacia arriba, y vio los ganchos de las columnas. Les dijo en voz alta que los mil setecientos setenta y cinco siclos de oro se habían utilizado para los ganchos de las columnas. Entonces los israelitas quedaron satisfechos”. Y el Midrash continúa preguntando: “¿Qué lo impulsó a sentarse y dar cuentas? ¿Por qué se molestó en rendir cuentas, si el Santo, bendito sea, confió en él, como está dicho: En toda mi casa se confía Núm. 12:7? Les dio cuenta porque escuchó a los burladores de esa generación susurrar a sus espaldas... ¿Qué decían ellos? R. Isaac explicó: Cuando una persona lo alababa, su compañero replicaba: “Necio, ¿te imaginas que un hombre encargado de la obra de construir un Santuario, con pesos de plata y oro que no se examinan, ni pesan ni contabilizado, no se hará rico?" Cuando escuchó eso, dijo: "Tengan por seguro que cuando la obra del tabernáculo esté terminada, les daré cuentas a todos". Por ello, cuando estuvo terminado, les dijo: ‘Ele Pekudei Hamishkan - Estas son las cuentas del tabernáculo’”. ¿Y creen ustedes que con ello se dejaron las cuentas claras? El relato de los gastos del Tabernáculo, que fue presentado en aquellos días al pueblo de Israel en el desierto, fue tan importante para Moshe nuestro líder espiritual, que incluso 1,200 años después, ¡el relato todavía se estuvo aclarando! Está escrito en el Midrash Lekaj Tov: “Preguntó un provocador a Raban Yohanan ben Zakai: ‘en la cobranza de la plata, hay 201 siclos y 11 Mane, como esta escrito: ‘medio siclo por cabeza, según el siclo del santuario… de seiscientos tres mil quinientos cincuenta’ y en la cuenta de gastos de la plata totaliza 100 siclos como esta escrito: ‘Hubo además cien talentos de plata’. Moshé su lider fue un ladrón, o un fraudulento, o que no sabe hacer cuentas. Dio una parte, uso una parte y la otra no la regresó’. Le contesto Raban Yohanan ben Zakai: ‘Moshé nuestro maestro, fue un gran y fiel contador, y diestro en las cuentas. El siclo sagrado era doble’”. En otras palabras, no era la misma relación que consideraba el provocador. A pesar de la grandeza de Moshé ante el creador del universo, aun necesitaba hacer cuentas claras, para evitar habladurías a su persona. Justo por ser una de las personas más elevadas espiritualmente en la Tierra, debía presentar un registro detallado y una transparencia absoluta en sus actos. Justo por tratarse de una función pública de alto rango como líder, le obligaba a mostrar su rectitud y fidelidad frente al pueblo. “Ele Pekudei Hamishkan – Estas son las cuentas del Tabernáculo” son un llamado a cualquier líder, presidente, director, jefe, coordinador, de tener una obligación moral de presentar cuentas claras en todo momento. Una confianza absoluta no son resultado de estudios académicos ni de la experiencia en la vida, tampoco es suficiente ser una buena persona, ni conocido como recto y justo. Moshé nos recuerda que siempre hay que mostrar con transparencia nuestras responsabilidades en un cargo público. En el Sefer HaMidot (Libro de las medidas) está escrito: “Vivimos en un mundo de personas, no de ángeles. Si quieres vivir unicamente rodeado de personas rectas y justas, sal de tu tierra, y vete al desierto”. Dentro de una semana y media, se llevaran a cabo en Israel, las cuartas elecciones en un periodo de 3 años, ¡quien lo diría!. Espero que la población recuerde el mensaje de esta interesante porción y elija lideres adecuados con transparencia. Al cerrar el libro del Éxodo decimos: Jazak Jazak venitzjazek! ¡Con fuerza y fortalecidos! Mañana iniciamos el mes de Nisán y solo me resta desear que sea un mes de bendiciones, de una autentica libertad para nosotros y de una renovación adecuada de líderes en Israel y en nuestro pueblo.
¡Shabat Shalom! 12 de Marzo, 2021 Rab David Laor
Shabat Shalom!
This week's portion is double (in Hebrew, it is called ‘MECHUBAROT’), and Vayakhel and Pekudei are read together. Parashat Pekudei is also the closing Parasha of book of Exodus. It is a portion that is particularly appropriate for accountants, as it handles financial management. After the construction of the tabernacle had been completed, the portion describes how the materials invested in the project were applied, making emphasis, mainly, on gold, silver and copper, all meticulously detailed. Imagine a balance sheet report, or an itemized invoice that describes all the items and their costs. For example, Exodus chapter 38 describes it, like so: “24 All the gold that was used for the work in all the work of the holy place, even the gold of the offering, was twenty and nine talents, and seven hundred and thirty shekels, according to the shekel of the sanctuary. 25 And the silver of those who were numbered in the congregation was a hundred talents, and a thousand seven hundred and threescore and fifteen shekels, according to the shekel of the sanctuary: 26 a bekah for every man, that is, half a shekel, according to the shekel of the sanctuary, for every one who went to be numbered from twenty years old and upward, for six hundred thousand and three thousand and five hundred and fifty men. 27 And of the hundred talents of silver were cast the sockets of the sanctuary and the sockets of the veil: a hundred sockets from the hundred talents, a talent for a socket. 28 And of the thousand seven hundred seventy and five shekels he made hooks for the pillars, and overlaid their capitals and filleted them. 29 And the brass from the offering was seventy talents, and two thousand and four hundred shekels”. What does this remind you of? It reminds me of a ticket from the supermarket. And perhaps, the most important question would be: For who is this account being prepared? Who needs this detailed information, on a project that took place almost 3,330 years ago? Does it not appear to be a somewhat outdated information? I usually keep purchase vouchers, with intention of following later my bank account and verify the movements, but in this case, since it was a long time ago, is it something which requires attention? This week, the Brotherhood group has offered the community an interesting meeting with the Raba Ileana Carazo, in the subject of Kabbalah. I am sure, that for those who look at the texts of the Torah from the perspective of Sod (secret), these numbers are material for mystical meanings of the expenditures of - "twenty-nine talents and seven hundred and thirty shekels" of gold, plus the "one hundred talents", and -"one thousand seven hundred and seventy-five shekels" - of silver plus the bronze, against an income of 630,550 half shekels per head. And I wonder: why is this balance of assets and liabilities, income and expenses, necessary? Especially, in the sacred book of the Torah, in which every word has a relevance! One of my teachers at the University, used to give us recommendations for good living, and among them, he told us never to keep Bank sheets accounts for more than five years. All in the trash! And that is because, in his life, he had felt a deep sadness to see that prices had risen, and that the cost of living had increased so much, and in the end, what is this revelation good for? Hence, unlike my university teacher, the Torah described an account statement from more than three thousand years ago, and we must find the message. The wise men asked themselves the exact same question, and who comes to give us the answers, as always? The Midrash, of course! The Midrash Tanchuma recounts: “Moses declared: I am aware that Israel is contentious; therefore, I will give them a report on the construction of the Tabernacle. He began to make accounts with them: "These are the accounts of the tabernacle." And he counted everything, the gold, the silver, and the bronze; and the silver of those numbered of the congregation was one hundred talents. While he was doing the accounting and reviewing everything that had been done inside the Sanctuary, he forgot, because they were not visible, the 1,775 shekels with which he had made the hooks for the columns. He was distraught and said to himself, "Now the Israelites will take the opportunity to say that I have taken them." He began to review all aspects of the job. The Holy One, blessed be He, then opened his eyes and made him lift them up, and saw the hooks of the columns. He told them aloud that the one thousand seven hundred and seventy-five shekels of gold had been used for the hooks of the pillars. Then the Israelites were satisfied”. And the Midrash goes on to ask, “What prompted him to sit down and give an account? Why did he bother to give an account, if the Holy One, blessed be he, trusted him, as it is said: “In all my house is trusted” Num. 12:7? He gave them account because he heard the scoffers of that generation whisper behind his back ... What were they saying? R. Isaac explained: When a person praised him, his companion replied: “Fool, can you imagine that a man in charge of the work of building a Sanctuary, with silver and gold weights that are not examined, weighed or counted, will he not get rich? "When he heard that, he said:" Rest assured that when the work of the tabernacle is finished, I will give an account to all. "Therefore, when it was finished, he said to them: 'Ele Pekudei Hamishkan - These they are the beads of the tabernacle'”. And do you think that with this, the accounts were made clear? The account of the expenses of the Tabernacle, which was presented in those days, to the people of Israel, in the wilderness, was so important to Moshe, our spiritual leader, that even 1,200 years later, the account was still discussed! It is written in the Midrash Lekach Tov: “A provocateur asked Raban Yohanan ben Zakai: 'In the collection of silver, there are 201 shekels and 11 Mane, as it is written:' half a shekel per head, according to the shekel of the sanctuary ... six hundred three thousand five hundred fifty 'and in the account of expenses of the silver it totals 100 shekels as it is written:' There were also a hundred talents of silver '. Moshe, your leader, was a thief, or a fraudulent person, or that he does not know how to do the math. He gave one part, used one part and the other did not return'. Raban Yohanan ben Zakai replied: ‘Moshe our teacher, he was a great and faithful accountant, and skilled in accounting. The sacred shekel was double'.”. In other words, it was not the same relationship that the provocateur had considered. Despite the greatness of Moshe before the creator of the universe, he still needed to make clear accounts, to avoid gossip involving him. Just because he was one of the most spiritually elevated people on Earth, he had to present a detailed record and absolute transparency in his actions. Just because he had a high-ranking public function, in his role, as a leader, it forced him to show his rectitude and fidelity in front of the people. "Ele Pekudei Hamishkan - These are the accounts of the Tabernacle" - is a call to any leader, president, director, chief, coordinator, to have a moral obligation to present clear accounts, at all times. Absolute confidence is not the result of academic studies or life experience, nor can it be achieved by just being ‘a good person’, or one that is simply known as righteous and just. Moshe reminds us that we must always carry our responsibilities in public office with transparency. In the Sefer HaMidot (Book of Measurements) it is written: “We live in a world of people, not angels. If you want to live only surrounded by upright and just people, get out of your land, and go to the desert”. In a week and a half, the fourth elections cycle in a 3-year period will take place in Israel. Who would have anticipated! I hope that the public will remember the message of this interesting portion and elect suitable leaders with transparency. As we close the book of Exodus, we say: Chazak Chazak venitzchazek! Be strong, be strong and we shall be strengthened! Tomorrow we start the month of Nisan, and I wish it will be a month of blessings, of authentic freedom for us, and of a proper prosperity for the leaders in Israel, and among our people!
Shabbat Shalom! March 12th, 2021 Rab David Laor
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